Despues de una dura vida de penas y abandono, tiene un final feliz

A Kelim lo conocimos en la perrera las primeras veces que entramos, su historia es triste como muchos gatos, vivió mucho tiempo por y para su dueño y cuando envejeció lo dejaron en residencia pagando en la perrera para que muriera allí con 14 años.
Llevaba cuando lo vimos más de un año en una jaula donde apenas se podía mover, sólo, triste y sin nadie, con pésimo aspecto y sin apenas visión, esperando día tras día que le tocara su momento para por lo menos descansar.

No me puedo imaginar como pasaría el invierno pasado en ese cuchitril frio que con la lluvia se inunda a la mínima, y sin embargo aguantó, parece que en el fondo sabía que ese no iba a ser su destino.



Después de muchos meses intentando sacarlo, pues supuestamente los dueños no lo permitían, un buen día, sin esperarlo nos dieron el visto bueno para llevarnoslo, ha pasado más de dos meses en varias casas de acogida debido al poco espacio que tenemos, se le hicieron análisis y al contrario de lo que se pueda pensar, Kelim está más sano que una manzana, eso sí muy deteriorado físicamente y sus ojos que no ven, pero ningun órgano dañado ni enfermedad grave.


Al fín, este fin de semana ha llegado a su hogar definitivo, una familia estupenda en Alemania que yo misma pude conocer y que no dudaron ni un momento en adoptarlo desde el primer momento, allí le esperaba su casa. Estas son las primeras fotos.